Ibiza seduce por sus paisajes, por el clima, por su gente y, también, porque ofrece la mejor gastronomía a pie de playa, en lugares históricos, en mitad del campo o bajo un cielo estrellado.
Sienta el lujo de comer productos naturales, en su punto exacto de maduración y recuerde sabores de la infancia. Disfrute de la paz y del ambiente de libertad de la isla, justo en el momento en que te sirven un arroz con marisco frente al mar o cuando deguste el pescado más fresco, con especies tan exquisitas como el mero, el atún, el gallo de San Pedro o el raor.
Ibiza es un viaje de sensaciones.
La excelente calidad de la materia prima se mezcla con la tradición en recetas que llegan hasta nosotros con la originalidad de siempre: el sofrit pagès, el arroz de matanzas, el guisat de peix, la greixonera o el flaó son elaboraciones centenarias que nos transmiten una cultura y una forma de vida donde son esenciales el encuentro de familias y amigos, el respeto al legado de los antepasados, la preservación del entorno natural y de los productos de la tierra y también algo tan intangible como disfrutar y ser feliz.
Déjese sorprender por el vino autóctono, el aceite de oliva virgen o el pan payés, delicias que están en cada mesa, acompañando momentos mágicos en los que comer equivale a cuidarse, aprender cosas nuevas, compartir y sonreír.